Las mujeres ancestralmente han sostenido una función clave en relación a la producción de alimentos. Son ellas las encargadas de velar por la soberanía alimentaria de sus familias y comunidades. A esto se le suman otras actividades estratégicas para la reproducción de la vida cotidiana, por ejemplo, el cuidado de la salud, educación, etc..
A través de un enfoque de género podemos evitar que se invisibilice su trabajo, rescatando y revalorizando su sabiduría y compromiso con el buen vivir de los pueblos.
Los invitamos a ver los siguientes testimonios de mujeres que trabajan en el agro.
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