En nuestro local de la esquina de Alvear y Otero, en la ciudad de San Salvador, ya tenemos una primera lista de los seis productos más elegidos por el público jujeño. Florencia Soza, una de nuestras vendedoras, apunta que los más vendidos de las cooperativas hermanas que forman parte, con CAUQUEVA, de Alimentos Cooperativos, son la yerba mate Picada Vieja, la yerba mate Maravilla, el aceite de oliva Terranova, la mermelada Hueni, los jugos Pampa Dulce multifruta, mango y maracuyá y la fécula de mandioca Aldema.
Empezamos por felicitar a nuestros amigos al ser los primeros elegidos por nuestros clientes, y les compartimos alguna información sobre las yerbas, para que puedan acompañar el placer del mate con algunos datos sobre su origen y características.
Todas las yerbas son misioneras, excepto Maravilla que proviene de Corrientes. Todas atraviesan procesos de secado y estacionamiento natural. ¿Qué significa esto? Que, a diferencia de las yerbas que producen las grandes empresas, estas producciones respetan los tiempos naturales de la hoja verde. Es decir, tienen un tiempo natural y no financiero. Al respetar estos procesos naturales, la digestión de la yerba no produce acidez y mejora su sabor.
Barbacuá: es un tipo de secado que se realiza a base de humo de leña. Esto genera una variedad de yerba ahumada y toma su nombre de los procesos que llevaban adelante los guaraníes hace más de 400 años. Ejemplos de yerba barbacuá: Titrayjú, Picada Vieja, Isondú, Kalena, entre otras.
En el molino, la yerba mate ingresa a sucesivas operaciones de zarandeo y clasificación, que tienen como objetivo eliminar posibles materias extrañas (semillas, palos, ramas gruesas), junto a una trituración para obtener el producto deseado. El resultado de este proceso puede ser una molienda gruesa (como es el caso de la yerba canchada) que, generalmente, tiene un sabor más suave, o la molienda fina que tiende a un sabor más intenso. La molienda diferenciada se realiza separando hojas, palos y polvo. Esto permite lograr un producto equilibrado en el tiempo.
Contamos con opciones orgánicas como Tucanguá, La Obereña o Taihang. Estas yerbas cuentan con certificaciones oficiales que acreditan un proceso de producción sin agrotóxicos. Nuestras yerbas no contienen ningún agregado con la excepción de Fidel, que incorpora la moringa como un ingrediente más. Hoy contamos con aproximadamente 20 marcas de yerbas diferentes.
Las cooperativas yerbateras nacen en las primeras décadas del siglo XX y forman parte del modelo de desarrollo agrario. El yerbatero es un circuito económico muy regulado por el Estado a través del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), órgano que fija el precio de la hoja verde. Sin embargo, en el marco de las organizaciones cooperativas conviven modelos vinculados a la agricultura familiar, entidades más desarrolladas y grandes jugadores del mercado. Este no es el caso de nuestras yerbas, que precisan de canales alternativos para canalizar la producción familiar.
Agradecemos esta información a Nacho Vila, de Alimentos Cooperativos.
Twitter: @AlimentosCoop